
Nos ha pasado a muchas… Acudimos a la primera clase sin saber qué vamos a encontrar; nos lo han recomendado y sabemos que tiene beneficios pero no entendemos muy bien por qué. ¿Es ejercicio? ¿Es quedarse quieto y respirar? ¿Hay que relajarse?… A veces esto último nos da casi más miedo que otra cosa. ¡¡No queremos tumbarnos y parar!! Tenemos taaaanto que hacer… (precisamente cuando más rechazas esa idea, es que más falta te hace, pero en fin, eso es tema para otro email).
Después de tantas dudas, es probable que hayas probado una clase y tal vez un par de estilos diferentes. Quizás te has sentido perdida, o a lo mejor muy cómoda, pero lo que es bastante probable es que las sensaciones después de tu clase hayan sido muy placenteras. ¿Qué tiene esto tan mágico que me hace sentir genial?
¿Cuerpo o mente?
El yoga afecta a muchos planos de nuestro bienestar y todo empieza por el movimiento y por la respiración. Van de la mano. El movimiento nos va a liberar de muchas tensiones y resistencias, va a oxigenar zonas del cuerpo que están rígidas, van a permitirnos sentir espacios nuevos y formas creativas para movernos, liberándonos de patrones limitados. Solo con este beneficio ya ganamos mucho, pero es que además la respiración consciente nos va a permitir poner el foco mental en algo que está siempre presente pero nos resulta ajeno; y es algo tan próximo, tan asequible, que se convierte en una herramienta que emplear siempre que los estímulos externos nos alejen de esa magnífica conexión del cuerpo y la mente, tan nueva, y tan necesaria.
Hacer yoga engancha, es completamente cierto. Por eso muchas de las que habéis pasado por el estudio estos primeros tres meses de rodaje habéis encontrado la forma de comprometeros con la práctica cotidiana y, con las típicas interrupciones que cada una hará por vacaciones, os sigo viendo por la sala y me alegra ir viendo cómo vuestra sintonía cuerpo-mente mejora y cómo la capacidad de concentraros también. ¡Enhorabuena! Es un paso decisivo para apostar por vuestro equilibrio y bienestar.
Yoga en verano
Y para que no falte la oportunidad de practicar yoga durante todo el verano, vamos a mantener el estudio ABIERTO todo el mes de JULIO, con algún ajuste de horario que podéis encontrar SIEMPRE ACTUALIZADO en la web, y con la posibilidad de hacer cambios en vuestras clases siempre que necesitéis (mientras haya hueco en los grupos).
Y para el mes de AGOSTO he preparado un plan de ‘mantenimiento’ para poder seguir practicando a pesar de las vacaciones: una TARIFA PLANA de 25€ para que podáis acudir a todas las clases que queráis, en un horario especial más reducido pero con bastantes opciones (más de 10 clases) Aún estoy perfilando el calendario y para eso me ayudaría saber si vas a estar interesada en practicar en agosto y si estarás aquí la primera o segunda quincena.
Te dejo aquí una pequeña encuesta para que me lo hagas saber, creo que solo es marcar dos clics, no te llevará mucho y podré así ajustarme mejor a tus necesidades.